Pesadilla de Aeropuerto

Dice la sabiduría popular que no hay una segunda oportunidad para crear una primera grata impresión. La frase debería estar en todas las oficinas del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) donde la bienvenida –y también la despedida– que se da a los viajeros nacionales e internacionales generalmente son aterradoras.

La situación del AICM, hoy al mando de Alexandro Argudín, es alarmante en muchísimos sentidos. La saturación y el descuido se perciben en cada rincón, en los estacionamientos, pasillos, pistas, salas de espera, puntos de revisión, manejo de equipaje, migración, aduanas y taxis. He aquí algunos ejemplos:

  • Operaciones rebasadas. Según el informe de desempeño de la Auditoría Superior de la Federación (14-2-09KDN-07-0408), en el 2014 el AICM rebasó 1,749 veces su límite máximo de operaciones.
  • Demoras. Las tardanzas en los vuelos son el pan de cada día. La propia Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) reconoció que la impuntualidad de las aerolíneas pasó de 32% en 2014 a 43% el 2015.
  • Aerolíneas abusivas. En la reciente temporada de Semana Santa, Ernesto Nemer, titular de Profeco, informó que en el AICM se recibieron 538 quejas contra líneas aéreas. Falta ver el reporte de estas vacaciones de verano.
  • Manejo de equipaje. Los pasajeros se aterran cada vez que llegan a las bandas de equipaje; primero esperando que su maleta aparezca y, después, para que aparezca sin haber sido violada o, peor aún, sembrada con droga. Según un punto de acuerdo presentado por la senadora del PAN, Mariana Gómez del Campo, la violación de equipaje es el delito de seguridad más frecuente en el aeropuerto capitalino (90% de los casos). El cambio ilícito de maletas ha llevado a muchos inocentes a la cárcel y a un oneroso e inmerecido martirio jurídico.
  • Tarifas. La Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA) en el AICM la convierten en una de las más caras del mundo, por encima de los aeropuertos de París, Londres y Tokio. 
  • Malos servicios. La elevada TUA no se corresponde con los deficientes servicios del AICM. En febrero pasado el legislador del PRI, Jesús Casillas, urgió a la SCT que encabeza Gerardo Ruiz Esparza, a tomar acciones para corregir fallas de mantenimiento en baños, servicio de agua potable, alumbrado, techos sin plafón, cables expuestos, falta de limpieza, servicios médicos y supervisión del personal de seguridad y vigilancia.

PÉSIMA EXPERIENCIA DE MÉXICO

Lamentablemente las profundas deficiencias en las Terminales 1 y 2 del AICM provocan pésimas experiencias cada año a más de 34 millones de pasajeros de todo el mundo. Más allá de justificar y presumir la construcción del gran nuevo aeropuerto en marcha (NAICM), la crisis del actual AICM refleja muchos de los peores agravios nacionales. Igual que México, está parchado, descuidado, superado por la demanda, golpeado por malas administraciones y, tristemente, marcado por transas corruptas, mediocridad y el “ahí se va”.

El gobierno está subestimando la principal puerta de entrada a México. Convertir el AICM en fuente de malas impresiones y pésimas experiencias tendría que ser un escenario impensable en un país que en el discurso presume desarrollo y progreso.